Casi todos los países recurrieron a créditos y aumentaron sus deudas a porcentajes elevadísimos, en contraste, México ha enfrentado la pandemia y la crisis económica sin contratar deuda adicional y sin destinar dinero público a “rescates” inmorales, es decir, a quienes no necesitan ser rescatados, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En un mensaje con motivo de su Segundo Informe de Gobierno, sostuvo que el enfoque de su administración ha sido la solidaridad gubernamental hacia los más pobres. No obstante, precisó que al hacer esto, también se beneficia indirectamente a los sectores que tienen alguna o mucha capacidad de ahorro.
Respecto al Covid-19, el primer mandatario reiteró que al no ser un asunto político, sino de salud pública, decidió confiarle las decisiones a un equipo de profesionales con gran experiencia y capacidad.
Afirmó que a pesar de la tristeza y penurias que ha dejado el coronavirus, es indudable que nuestro país saldrá de la pandemia con un mejor sistema de salud. Recordó que su gobierno recibió 401 hospitales abandonados, saqueados o a medio construir y un déficit de más de 200 mil profesionales de la medicina.
Manifestó que con el apoyo de los gobiernos estatales, la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en pocos meses se reconvirtieron 969 hospitales, se instalaron 32 mil 203 camas generales y 10 mil 612 con ventiladores, y se contrataron 47 mil médicos generales, especialistas, enfermeras y otros trabajadores de la salud.
En materia económica, López Obrador indicó que la fórmula usada por su gobierno ha sido distinta, peculiar, heterodoxa y única porque ahora todos los apoyos y créditos se entregan de manera directa para reactivar la economía de abajo hacia arriba.
Subrayó que actualmente, siete de cada 10 familias recibe cuando menos un beneficio o algo del presupuesto público; y que 100 por ciento de las comunidades indígenas y de los más pobres del campo y ciudad se benefician con al menos uno de los programas sociales.
“Aquí recuerdo lo que sostenía Adam Smith, que bien podría constituir uno de los fundamentos de la economía moral que estamos aplicando; decía: ‘Por más egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos en su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los otros de tal modo, que la felicidad de éstos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer de presenciarla’. En otras palabras, la alegría ajena es nuestra propia dicha”, destacó.
“Nos han reprochado que no emprendimos un rescate económico elitista para atenuar los efectos de la pandemia, pero es un timbre de orgullo poder decir que ayudamos por medio de los programas sociales a 23 millones de familias”, agregó.
Ya pasó lo peor, vamos para arriba
AMLO sostuvo que con el aumento de 10 por ciento en las remesas más los programas de bienestar y los créditos que su gobierno ha otorgado a los de abajo, la pandemia no ha desembocado en hambruna, ni en escasez de alimentos, ni en asaltos, y que el pueblo tiene recursos para su consumo básico.
“Pronostiqué que la crisis económica provocada por la pandemia sería transitoria, dije que sería como una V, que caeríamos, pero que saldríamos pronto. Afortunadamente, así está sucediendo. Ya pasó lo peor y ahora vamos para arriba, ya se están recuperando los empleos perdidos, se está regresando poco a poco a la normalidad productiva y ya estamos empezando a crecer”, acotó.
Afirmó que la caída de la economía mexicana, a pesar del desastre mundial, fue de 10.4 por ciento en el semestre, y que aún con la debacle fue menor el daño en nuestro país que en otras naciones como Italia, España, Francia y Reino Unido.
Agregó que su relación con los empresarios ha sido buena y que a pesar de la crisis, la mayoría no despidió a sus empleados. Refirió que antes de la pandemia estaban inscritos 20.5 millones de trabajadores en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y que tras la emergencia se perdieron un millón de puestos. No obstante, refirió que en agosto se recuperaron 93 mil plazas.
“México es un país sin duda con porvenir y un ejemplo mundial de cómo hacer realidad el progreso con justicia, la principal riqueza de una nación no está en su estructura, finanzas o recursos naturales, sino en su población, culturas, gente que la conforma y le da historia y existencia.
Invertir en ella, en la población, en su alimentación, salud, educación y bienestar en general es lo mejor que se puede hacer para garantizar la fortaleza del país y su desarrollo presente y futuro”, apuntó.
Numerología económica del Segundo Informe de Gobierno:
-115 mil millones de pesos destinados en programas sociales
– 3 millones de agricultores y pescadores apoyados con recursos directos
-226 sucursales del Banco del Bienestar construidas; para 2021 se tiene el objetivo 2 mil 700 sucursales.
-26 mil 789 localidades conectadas por el proyecto Internet para Todos, para el próximo año se tiene la meta de tener señal en todo el territorio nacional.
-10 por ciento de crecimiento en remesas con relación al año pasado, se estima que a fin de año llegarán a 40 mil millones de dólares.
-93 mil empleos creados en agosto, tras la pérdida de un millón de puestos inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por la pandemia
-Apreciación del peso a menos de 22 pesos por dólar
-Cotización de la mezcla mexicana del petróleo en 40 dólares por barril
-9.5 por ciento de aumento en términos reales en el consumo de productos básicos
-17 mil 969 millones de dólares de Inversión Extranjera Directa durante el primer semestre del año
(Aristegui Noticias)