Ciudad de México.- “Es mucho pueblo para tan poco dirigente”, sentenció el presidente Andrés Manuel López Obrador, al referirse al conflicto interno en el partido Morena, que lleva más de un año peleando por la presidencia nacional de este instituto político.
“Con todo respeto, porque no hay dirección, hay mucho desbarajuste”, comentó durante su conferencia de prensa mañanera, al ser cuestionado por los problemas dentro del partido, los cuales han llegado al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
“Llevan los dirigentes de Morena, de mi partido, aunque yo tengo licencia porque soy presidente, no sé cuánto tiempo resolviendo lo de la dirigencia, como más de un año y enfrascados en pleitos y todo y se hacen las encuestas y se le pregunta a la gente si fuesen las elecciones ¿por qué partido votarías? Y ese partido esta hasta arriba. O sea, es mucho pueblo para tan poco dirigente”, destacó.
Pese a esto, añadió, “el pueblo tiene otra idea” sobre Morena, por lo que expresó: “Ojalá y los dirigentes estén a la altura del pueblo. Eso sería mejor. ¿Por qué lo digo? Para que no estén pensando de que son indispensables, insustituibles”.
Afortunadamente, dijo, Morena es pueblo y aunque en un principio había comentado que no opinaría sobre el partido Morena y sus problemas, después explicó que cualquier partido político sin principios, sin ideales, sin pensar en el pueblo, en luchar por causas justas, “no es más que una franquicia”.
“Es un mecanismo para que ambiciosos vulgares se encaramen en los cargos públicos, solo para su provecho, ya sea en lo político porque desean ostentar poder o provecho económico”, siguió.
Eso, agregó, no ayuda a ningún partido político, pues no se debe luchar por los cargos, sino por los ideales, los principios y por conseguir un ideal, pues a veces –señaló– hay campañas para elegir a dirigentes donde no se alcanza a entender qué proponen para la transformación de México.
“¿Qué proponen para que haya justicia? ¿Para que haya igualdad? ¿Para acabar con la corrupción? ¿Para acabar con la impunidad? Que eso debe de ser lo principal. No es que yo quiero ser dirigente, porque así trasciendo en lo personal, lo importante es pensar en los demás. Si no hay amor al prójimo no se es buen dirigente”, destacó.
Mencionó que el individualista, el egoísta, el que le da la espalda al que sufre no es buen dirigente ni es buen político, “es un convenenciero, un arribista, un oportunista, un falsario y ya basta de eso, estamos en una etapa nueva, afortunadamente es la gente la que está empujando la transformación”, remató.
Insistió en que el motor del cambio es el pueblo, por lo que pidió a los dirigentes que no se confundan, pues el pueblo es el que manda, el que decide y no puede haber divorcio entre dirigentes, gobernantes y el pueblo.
“No es para Morena, es en general este punto de vista, de que ya al carajo con el oportunismo, con la antigua forma de hacer política, de que me voy a colar, entre comillas, y no me importa el pueblo, ni hablan con la gente, no platican, no recogen los sentimientos del pueblo porque traen todavía el esquema antiguo del viejo molde que hay que terminar de romperlo”, apuntó
Desde su perspectiva, la vieja forma de hacer política es que el político se reúne con político, come con político, cena con político y la política es como una especie de relaciones públicas.
“¡Ya no! Eso era antes. Ahora, o se toma en cuenta al pueblo o no se va a lograr nada. Cuando nada más se está en una lucha personalizada, donde no hay ideales, donde todo es puro pragmatismo, pues nadie se interesa. La gente está en otras cosas, entonces y ojalá y se le tenga también confianza a la gente”, destacó.
Por eso, consideró que si se hace una encuesta y la gente elige a cierta persona pues se debe respetar porque es la opinión del pueblo y aunque todos tienen derecho a inconformarse, si es por afán individualista no tiene caso, no tiene sentido.
“No va a tener éxito nada de eso, a mí me llama mucho la atención que, lo voy a decir nada más por esta ocasión, dejo la investidura”, mencionó y al final, pese haber dicho que no opinaría al respecto, le dijo al reportero, entre risas: “¡Ya! Cierro paréntesis. Me provocaste”.
(Proceso)