Ciudad de México.- “Nunca quisimos que pasara esto”, dijeron las amigas de la víctima de feminicidio Debanhi Susana Escobar Bazaldua, quien estuvo 13 días desaparecida hasta que su cuerpo fue encontrado dentro de una cisterna afuera del motel Nueva Castilla, en Escobedo, Nuevo León.
Ivonne y Sarahí contaron cómo fue su última noche con Debanhi. Aseguraron que no hablaron antes por miedo y porque les lanzaron amenazas de muerte y, por eso, dijeron que tampoco acudieron al velorio.
En entrevista con Televisa Monterrey, narraron lo ocurrido el 8 y 9 de abril, la última vez que se vio a Debanhi con vida.
Sarahí la conocía desde hace cuatro meses; ambas se habían ido de fiesta entre cuatro y cinco ocasiones, mientras que Ivonne la conoció la noche del viernes.
Narraron que Debanhi les envió un mensaje de voz porque quería salir de fiesta y tenía varios planes. Iban a ir primero a una a 10 minutos de distancia. Llegaron a casa de Debanhi a las 10:47 de la noche del viernes 8 de abril. Estuvieron una hora en la primera fiesta.
“Ya me aburrí de estar en esta fiesta, ya nos vamos”, dijeron citando a Debanhi y solicitaron el servicio del “taxista de confianza” para ir a la segunda fiesta “donde no había nadie”. Entonces Debanhi le marcó a otra amiga, se subieron al taxi y fueron a la quinta, cerca de las 12:30 de la noche; ahí tampoco había nadie.
Luego se encontraron con un grupo de chavos afuera de la quinta y se fueron con ellos a otra fiesta en la misma zona , de acuerdo con el relato.
Ivonne dijo que le pidió su número al “taxista de confianza” porque con él se habían estado trasladando a otros lugares. Terminaron en la fiesta de una amiga de Debanhi que ya casi había terminado.
“Los chavos con los que veníamos se quedaron afuera”, pues los habían acusado de haber robado un celular, dijo Sarahí.
A la 1:30 de la madrugada se dirigieron a la última fiesta, donde estuvieron hasta las 3:00 de la madrugada.
“Primero se la querían llevar unas personas que vieron a Debanhi ya tomada”, señaló Sarahí, quien, según su versión, les dijo a las personas desconocidas: “Ella viene con nosotros, se va a ir con nosotros”. Y ya no los volvieron a ver.
“Cuando bajan a Debanhi, ella corrió hacia el baño de hombres. Se metió ahí. No quiso salir, se puso necia, que la dejemos ir, que sus papás eran abogados, que nos pagaba dinero para que la dejáramos ir”, relataron.
Luego dijeron que Debanhi se metió a la alberca, se salió y quería tirarse, pero Sarahí la detuvo para tratar de calmarla y Debanhi empezó a manotear y discutir, se salió corriendo de la fiesta e incluso mordió y golpeó a un joven que intentó calmarla.
Aseguraron que en la calle detuvieron a Debanhi y pensaron en que debían irse porque su situación “ya estaba muy mal. Se estaba saliendo de control porque no la podían controlar”, señalaron.
Luego, las amigas dijeron que le llamaron al taxista que anduvo con ellas toda la noche. Planeaban irse juntas, pero Debanhi no quiso y pidió que la dejaran sola. Corrió, se subió al vehículo del taxista y azotó la puerta.
“Si ella no quería que la ayudáramos, lo mejor era que se fuera”, afirmaron.
Sus amigas aseguraron que, como a las 4:00 de la madrugada, le pidieron al chofer que la dejara con bien.
Sarahí e Ivonne relataron que se fueron con el chico que trató de calmar a Debanhi y las llevó a Apodaca, pero en el transcurso, el “taxista de confianza” le mandó mensajes a Ivonne en los que le explicó que Debanhi se bajó del vehículo. Les pidió ir por ella porque estaba muy agresiva y le tomó la foto en la carretera a las 4:26 de la madrugada.
De acuerdo con el relato, el taxista pidió el número de la madre de Debahi para comunicarse con ella luego de que la muchacha se comportó de manera presuntamente agresiva. Pero como las amigas argumentaron que no pudieron regresarse se metieron a su cuenta de Instagram para buscar a algún familiar.
“El taxista dijo que no pudo subir a la fuerza a Debanhi porque lo podrían acusar de secuestro”, por lo que se fue del lugar, relataron.
“Vengan por ella porque anda grave y no vaya a hacer una loquera, me dijo que sus papás eran abogados y me iban a meter a la cárcel”, le mencionó el taxista a Ivonne, de acuerdo con el relato. Añadió que también regresó al lugar donde la dejó, pero ya no estaba.
“El taxista señaló que quizá Debanhi pudo haber tomado otra cosa que no fuera alcohol. Las amigas dijeron que ellas solo tomaron alcohol, pero desconocen si Debanhi consumió otra cosa mientras iba con otras bolitas de amigos”, publicó Debate.
Ivonne y Sarahí señalaron que debido a que una prima de Debanhí difundió sus redes sociales fueron amenazadas de muerte y tuvieron que cerrarlas y aseguraron que las conversaciones que circulan en redes sociales sobre ellas son falsas y ya están cansadas de ser amenazadas por lo ocurrido con Debanhi, pues tienen miedo de que les hagan daño en la calle, sumado a que se difundió su información personal.
(Proceso)