El gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, se defendió de las acusaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de que un banco de desarrollo aprobó un préstamo sospechoso mientras él estaba a cargo.
López Obrador pareció darle un ‘golpe’ a Díaz de León este miércoles cuando pidió una investigación sobre la compra por 635 millones de dólares de una planta de fertilizantes por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex). El mandatario nacional dijo que el acuerdo, que la contraloría de la nación consideró demasiado caro, fue financiado en parte por préstamos de Bancomext cuando Díaz de León dirigía el banco estatal en 2016.
La rara insinuación de irregularidades por parte del presidente de México dirigida al gobernador de Banxico abre un nuevo capítulo de lo que se ha convertido en un escándalo de corrupción masiva que involucra a Pemex.
La Fiscalía General de la República (FGR) está investigando las denuncias de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, quien ahora es un testigo protegido, de que varios exsecretarios e incluso expresidentes estuvieron involucrados en esquemas de sobornos con la empresa.
Hasta ahora, Banxico había sido excluido de cualquier acusación.
Consultado por Bloomberg News sobre los comentarios de López Obrador, Díaz de León dijo en una conferencia de prensa más tarde este miércoles que se unió a Bancomext un mes después de que se aprobara el préstamo en octubre de 2015.
López Obrador no nombró la planta de fertilizantes cuando planteó el tema durante su conferencia de prensa diaria, pero su portavoz Jesús Ramírez confirmó más tarde que hablaba de la compra de Grupo Fertinal por parte de Pemex. En medio de amplias investigaciones sobre el acuerdo, la Contraloría de México concluyó el año pasado que Pemex pagó en exceso por Fertinal, que tenía una deuda de 400 millones de dólares y un atraso en las facturas a los proveedores.
El mandato de Díaz de León termina el próximo año, pero el Gobierno tiene la opción de nominarlo por seis años más en el cargo. AMLO había prometido en repetidas ocasiones respetar la autonomía del Banxico.
(El Financiero)