Ciudad de México.- Minutos después de entregar al presidente Andrés Manuel López Obrador su renuncia como secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón aseveró que no tiene ningún plan B en caso de perder la encuesta para la candidatura de Morena a las elecciones presidenciales de 2024, y aprovechó para enviar un pequeño ataque a su rival, la jefa de gobierno capitalino Claudia Sheinbaum Pardo.
“El plan B que tenemos, ¿cuál puede ser? ¿Que invitamos a Claudia a Gobernación?”, soltó el aspirante a la sucesión presidencial, quien agregó: “Aquí no hay planes B, el plan A es ganar y vencer”.
El político también adelantó que, contrario a uno de los lineamientos que determinó ayer el Consejo Nacional de Morena –el cual prohíbe a los pretendientes hablar con medios “conservadores” o contrarios a la Cuarta Transformación–, él hablará con todos los medios que lo inviten para “defender la cuarta transformación”.
“Si mañana o pasado mañana me invita un medio, yo sí voy a ir. Si alguien no quiere ir, que no vaya”, dijo Ebrard, quien por la mañana dio una entrevista a Ciro Gómez Leyva –lo que fue cuestionado por personas afines a Sheinbaum–. Agregó que “cada quien tiene su criterio”, y preguntó, a manera de reto para su rival: “Si no quieres dialogar, ¿Cómo vas a defender la cuarta transformación?”
Tras su reunión a puerta cerrada con López Obrador en Palacio Nacional, Ebrard se presentó ante los medios vestido de “civil”, con una playera blanca en la que imprimió su imagen y su nuevo lema –”sonrían, todo va a estar bien”–, y asevero que a partir de ahora “nada más soy Marcelo”.
Cuidadoso de los símbolos, Ebrard organizó su conferencia de prensa en la librería Porrúa del Centro Histórico, en el mismo edificio del restaurante donde López Obrador convocó a la cena del 5 de junio, en la que sonó el arranque de la campaña para la candidatura de Morena.
El hasta hoy canciller indicó que viajará por todo el país para reunirse con la gente y promover su programa para ganar la encuesta; éste se articulará alrededor de los temas de seguridad –un “problema serio”, apuntó–, de la salud y la educación, así como de la igualdad de género.
Añadió que realizará sus giras “en apego a la austeridad” –sin detallar más–, al igual que en las 50 giras que ha realizado como canciller en los meses recientes. Hasta el momento, Morena sigue sin determinar el tema –clave– del financiamiento de las campañas de los aspirantes a la candidatura.
Respecto al acuerdo que firmaron ayer los seis aspirantes a la candidatura –bajo la tutela de la dirigencia nacional de Morena–, Ebrard recalcó que algunas de sus propuestas fueron aceptadas, como la renuncia de los contendientes a sus cargos públicos, y aseveró que, aunque su propuesta de organizar debates no ha sido aceptada, en los hechos sí habrá cruce de propuestas entre los candidatos. “Va a tener que haber debate”, insistió.
Por lo pronto, informó que formó un “equipo técnico” que analizará las características de la encuesta, y que se opondrá a que participen empresas que “han fallado en los procesos electorales”, en referencia entre otros a Enkoll, la empresa “favorita” del equipo de Sheinbaum y de Morena –según Ebrard–, que infló mucho las intenciones de voto para Delfina Gómez Álvarez en el Estado de México.
Ebrard dijo que entregó a López Obrador su carta de renuncia, donde le agradeció por los 5 años “maravillosos e inolvidables” y que terminó con un “hasta pronto” y una invitación a verse de nuevo en octubre de 2024 –fecha de la entrega de la presidencia–. Contó que su conversación, de un tono “muy cálido, muy amistoso”, giró alrededor de sus logros en materia de política exterior.
(Proceso)