Luego de la explosión del ducto de gas LP a consecuencia de una toma clandestina en San Pablo Xochimehuacán de la capital de Puebla, las autoridades habilitaron albergues, pero algunas personas prefieren pernoctar afuera de sus casas por miedo a los robos.
Los vecinos señalaron que no quieren ser víctimas de la rapiña que cometen los delincuentes que viven en la demarcación.
“Aquí están saqueando las casas, aquí, la verdad, San Pablo ya está horrible. Vea usted, ni el propio presidente (auxiliar) de San Pablo que se supone hizo sus campañas para que votáramos por él, dónde está. Dónde está el gobernador, San Pablo está olvidado”, expresó una pobladora.
Don Agustín señaló que únicamente fue a comprar un poco de comida y regresó para seguir cuidando su vivienda.
“Dime tú qué necesidad, dime tú, qué hago”
“Me fui un rato, me fui a echar un taco, le dije al soldado que me diera chance ir a mi casa. Hoy (lunes) nomás fui a comprar alimento para mi animalito, ni modo que lo fuera a dejar sin comer”, señaló.
Compartió que desde la madrugada de ayer domingo 31 de octubre ha permanecido afuera de su casa que resultó dañada.
“No dicen nada (las autoridades), no te dicen ‘tal día, espérese o pasen a su casa’. Yo estoy desde antier (domingo) viendo pa’ que la rapiña no entre a mi casa”, insistió.
Gaby Ruiz, quien se trasladó desde el municipio de Tehuacán tras enterarse de la explosión, dijo que tampoco ha acudido a ningún albergue porque no quiere que los delincuentes roben las pocas cosas a sus familiares.
“Yo dormí, aquí, en la esquina. Dime tú qué necesidad, dime tú, qué hago”, lamentó.
Entre lágrimas, exigió la ayuda de los gobiernos para que los habitantes salgan adelante.
“Mis familiares están totalmente destrozados y eso duele muchísimo porque son cosas que ni a ti ni a nadie, ni a la gente, se lo deseo. Dónde está el gobierno, dónde está la sociedad, dónde está la gente que te apoya. Aquí, la gente está durmiendo afuera”, expresó Gaby.
En la zona, personal del ejército realiza la remoción de escombros con maquinaria mientras las autoridades confirman si las casas dañadas serán reconstruidas en el mismo lugar o serán reubicadas.
Dos días de duelo
El gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa Huerta decretó dos días de duelo por la explosión de un ducto de gas que dejó un muerto y 17 heridos, cinco de ellos de gravedad.
En un decreto además se ordenó el izamiento a media asta, por dos días, de la bandera nacional en señal de luto y la colocación de moños negros en dependencias estatales por un mes.
“Tomé la decisión que tengamos en el gobierno dos días de luto por esta tragedia y moños negros en todas las oficinas de gobierno por el mes de noviembre y un gran repudio a la delincuencia, al crimen organizado, a este desorden que nos está llevando a condiciones muy complicadas como sociedad”, anunció Barbosa.
14 personas siguen hospitalizadas
El saldo final de la explosión de un ducto de gas en el municipio de Puebla fue de un muerto, 17 heridos- de los cuales 14 siguen hospitalizados-, 184 viviendas con daños y la evacuación de más de dos mil afectados.
En la zona afectada operaron mil 160 efectivos policiales, federales y del Ejército mexicano y trabajaron nueve binomios especializados en búsqueda y rescate.
(El Informador)