- D O M I N I O P Ú B L I C O
- Por Francisco Maravilla
Los triunfadores de las elecciones Puebla 2024: los priistas enfundados ahora en casacas guindas y azules. Incrustados en el oficialismo electoral y en la oposición de puertas abiertas juegan a ganar, ganar. No tienen pierde aunque haya quienes se opongan o estén inconformes. Como la humedad, o peor aún, como los hongos, se enquistaron en los cimientos de las cúpulas partidistas para mimetizarse. Invadieron y sometieron a sus huéspedes que ahora piensan, operan y se comportan como el priismo que combatieron.
Represores y corporativistas, como la historia lo ha consignado, los ahora neomorenistas y neopanistas llegaron a partidos políticos ajenos donde se les perciben como extraños pero necesarios. Advenedizos, como han ido mutando, súbitamente aparecen como defensores de los intereses y aspiraciones del pueblo. Instalados en el olvido, por décadas esa motivación ha sido ajena a sus intereses y pretensiones de gobierno y personales.
El PRI tenía que renovarse, así se lo planteó el tricolor para ganar este año en las urnas y lo está haciendo: sus militantes mudaron a Morena y al PAN. Desde ahí se están gestando los nuevos gobiernos del PRI. No en vano han aquilatado más de 70 años de experiencia y habilidad para arribar al poder a cualquier precio o sumisión.
La oposición no es mejor. Dejando a un lado sus causas y principios, abrió la puerta a quienes fueron sus feroces y perseverantes adversarios políticos e ideológicos. Aplicó en la práctica el proverbio árabe: Los enemigos de mi enemigo son mis amigos. Con este pasaporte los dejó pasar para acomodarse e ir juntos contra los candidatos del oficialismo en una causa común: ganar a toda costa las elecciones de junio próximo para gobernar el estado, el mayor número de municipios de la entidad y de legisladores. En la desfachatez, a varios de sus ahora aliados los ha presumido y presentado como un factor de cambio. En otros casos los mantiene en la penumbra por indeseables e innombrables.
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