México registrará un rebote de 4.5 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB) este año, al incorporar el efecto cascada del fuerte estímulo fiscal que aplicará Estados Unidos a su economía, estimó la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
Esta previsión incorpora una corrección de nueve décimas de punto sobre el pronóstico que tenia la OCDE en noviembre, cuando proyectó que el repunte del PIB para México llegaría a 3.6 por ciento.
Al divulgar la actualización de expectativas de la entidad en el llamado Interim Economic Report, los expertos matizaron su expectativa para el Producto Interno mexicano del año próximo, y la dejaron en 3 por ciento. Una tasa que es inferior en 0.4 décimas de punto a la estimación que divulgó la misma Organización en noviembre.
Al mediodía, la Cámara Española de Comercio en México (Camescom) divulgó un webinar donde participó el Secretario General de la OCDE, José Ángel Gurría, quien abundó sobre el diagnóstico para México.
“La única forma de salir de esta crisis es en asociación con el sector privado con planes de negocio y de desarrollo por parte de las autoridades”, advirtió.
Y agregó que para atraer inversión, México debe tener regulaciones estables, predecibles y sobre todo “tiene que respetar los compromisos adquiridos previamente”, expresó en el evento que fue divulgado la tarde de ayer (hoy), pero que se realizó el 4 de marzo.
Sin inversiones, el crecimiento de largo y mediano plazo no será el que queremos. Al promoverlas, sería pertinente privilegiar la responsabilidad social corporativa con la promoción de nuevos empresarios, comprometidos y conscientes, consignó.
El motor estadounidense
En el reporte de la OCDE explicaron que “el fuerte apoyo fiscal en Estados Unidos fortalecerá sustancialmente la demanda y permitirá una recuperación más sólida de la pandemia que tendrá efectos secundarios beneficiosos para otras economías, particularmente para México y Canadá”,
Ahí mismo precisaron que el nuevo plan de estímulo fiscal aprobado el fin de semana en Estados Unidos “impulsará la demanda con un aumento de la producción de México y Canadá que podría fluctuar entre 0.5 y 1 punto porcentual.”
(El Economista)