Una familia española entregó a México, de manera voluntaria y anónima, 2.522 piezas prehispánicas. Son en total 19 cajas llenas de objetos de pequeño formato: huesos humanos esgrafiados usados como objetos rituales, sellos prehispánicos, material lítico de obsidiana y pedernal, figuras de piedra, malacates, molcajetes y metates.
“El 11 de julio llegaron a nuestro país 19 cajas que contenían 2,522 objetos o fragmentos de carácter histórico o arqueológico que hasta la fecha contabilizan 1,371 objetos relativamente completos que se encuentran bajo la custodia del INAH en el Museo del Templo Mayor”, informó Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador. El funcionario del INAH comentó que el patrimonio ya fue identificado de “manera preliminar” por el personal del consulado general de México en Barcelona, con la gestión de la cónsul Claudia Pavlovich y con la intervención “muy destacada” de la arqueóloga mexicana Anna Goycoolea Artís, encargada cultural de consulado. “La gran mayoría de las piezas proceden de la cuenca de México y corresponden a la cultura mexica”, agregó Prieto. Los objetos se exhiben a partir de este martes en el vestíbulo del Museo Templo Mayor.
Las piezas recuperadas corresponden a lo que los arqueólogos consideran el complejo Azteca III; algunas otras corresponden a la cultura texcocana. “Encontramos una estratigrafía muy clara de todas las etapas culturales en la cuenca de México. Hay objetos preclásicos, de los primeros siglos antes de nuestra era, hasta el siglo III de nuestra era. Hay piezas de la cultura teotihuacana, que muy probablemente los mexicas recuperaron para volverlos a significar como objetos rituales. Hay una serie de objetos virreinales, muchos de ellos de fase muy temprana. Por ejemplo, las primeras figuras de caballo, con una mano indígena muy evidente. Figuras de jinetes montando a caballo que nos habla de la enorme curiosidad que tenían los mexicas, habitantes de la cuenca de México, por el tema de las figuras ecuestres; hay angelitos y figuras con faldellines muy propios de la época virreinal, los que consideramos datan de los primeros años posteriores a la caída de México Tenochtitlán”, informó el director del INAH.
En las cajas también se encontraron monedas que le permiten a los arqueólogos ubicar que el coleccionista se fue haciendo una especie de estratigrafía desde el preclásico hasta el siglo XX. “Sabemos que estos objetos salieron hacia finales de los años sesenta y principios de los años setenta. Nos lo muestran las monedas de cinco centavos que aparecen dentro del contexto de la colección. Incluso aparece un cenicero de algún hotel, en el que se ve un número de teléfono con cinco dígitos, propio de aquellas fechas. No encontramos objetos fuera de la cuenca de México, excepto tres, que nosotros les llamamos los intrusos, que son de Sudamérica. El coleccionista incluso anotó en una tarjeta que dice: Ecuador. Regalo. 200 años a.C. Lo que corresponde es revisar la procedencia del objeto y, si es de Ecuador, regresarlo al país al que pertenece”, explicó Diego Prieto. “Los invitamos conocer esta interesante colección. Son piezas de formato muy pequeño, pero de gran valor, desde el punto de vista iconológico, histórico y arqueológico”, concluyó. Las piezas arqueológicas se exhiben a partir de este martes en el vestíbulo del Museo Templo Mayor.
Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, indicó que a la fecha se han recuperado 8.970 piezas patrimoniales. “Si lo comparamos con el sexenio anterior, en poco más de tres años llevamos más del 55% de lo que antes habíamos recuperado”. El canciller dijo que se trabaja en tres estrategias para la recuperación del patrimonio: entrega voluntaria, decomisos y cancelación de subastas. “Sobre la cancelación de subastas, en términos de derechos se nos ha dicho que México tiene que comprobar que el origen de lo que estamos subastando es ilegal, pero ahora el país ha defendido la tesis de que quien subasta debe mostrar el origen legal de lo que está subastando y no al revés”, detalló.
“Nos provoca indignación el hecho de que a nuestro patrimonio cultural se le ponga precio y se considere que nuestra identidad pueda ser una mercancía, o un elemento de ornamento en una casa. En estos casos se pierde la posibilidad de conocer este patrimonio. Conocerlo, investigarlo y divulgarlo. Por eso, iniciamos una cruzada con la complicidad de personas, comunidades e instituciones; un esfuerzo que ha ayudado a abrir conciencias de posibles coleccionistas que ya tenían patrimonio en sus casas y, la posibilidad de regresarlo a México. Se trata de la restauración de la dignidad; la dignidad de que aquellos que siempre han estado despojados y discriminados. De las culturas que han resistido 500 años, que están vivas y que merecen reconocerse en la grandeza de su pasado”, dijo la secretaria de Cultura Alejandra Frausto, quien agradeció a la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müller, por sumarse a la campaña promovida por el gobierno de López Obrador bautizada como mi patrimonio no se vende. La Secretaría de Cultura informó que, hasta el momento, se ha conseguido la recuperación de 7 mil 900 piezas arqueológicas e históricas y que actualmente estas acciones se logran con el grupo de trabajo conformado por: Consejo de Memoria Histórica y Cultural de México, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Relaciones Exteriores, Secretaría de Defensa Nacional, Fiscalía General de la República, Guardia Nacional, Aduanas, Secretaría de Cultura e INAH.
(El País)