El gobierno de Ucrania urgió a aliados a catalogar a Rusia como promotor del terrorismo luego de que los soldados de Vladimir Putin asesinaran a 23 personas en un ataque en Vinnitsia, en el que varias víctimas fueron quemadas vivas, hecho que el presidente Volodimir Zelenski calificó como la peor amenaza terrorista.
Las tropas invasoras lanzaron al menos tres misiles, presuntamente desde un submarino, contra una zona residencial en el centro de Ucrania, denunció el jefe adjunto del gobierno, Kirilo Timo-shenko, luego de que el diario Kiev Independent detalló que entre los fallecidos había tres niños de menos de 10 años y ya se contabilizaban 117 heridos.
Horas después, la Fiscalía ucraniana, la misma que ha sentenciado a rusos por crímenes de guerra, repudió el nuevo ataque, pues varios afectados fueron quemados vivos, por lo que no se descarta que aumente la cifra de muertos.
Asimismo, el diario ucraniano reveló que las víctimas tienen quemaduras profundas en casi la totalidad del cuerpo y no hay condiciones para tratarlos por la falta de insumos, mientras que médicos admitieron que muchos de ellos presentan daño en hasta 90 por ciento del cuerpo, lo que evidencia que éste fue uno de los peores ataques registrados en la región desde que comenzó la guerra.
Socorristas continuaron las labores de rescate durante horas, pues inicialmente se reportó que había poco más de 50 heridos, cifra que al cierre de esta edición se duplicó al rebasar el centenar, por lo que no descartan que las cifras de víctimas letales cambien, mientras aún revisan carros calcinados en busca de más bajas de civiles, mientras sus combatientes buscan reforzar ciudades fuertemente asediadas como Mariupol y Jerson.
Ante la escalada civil, el presidente Zelenski reiteró su llamado a gobiernos afines a acotar al régimen ruso al calificar de “acto abierto de terrorismo” el triple bombardeo en la ciudad ubicada a más de 200 kilómetros de la capital Kiev, en el que destruyeron un edificio de viviendas y un estacionamiento, escena en la que quedaron decenas de autos calcinados y severos daños.
Y recriminó la brutalidad con la que sigue actuando Rusia a más de 140 días de comenzar la guerra, pues aseveró que “ningún país en el mundo representa una amenaza terrorista como Rusia. Ningún otro estado en el mundo se permite destruir ciudades pacíficas y la vida humana con misiles de crucero y artillería”.
Por ello, urgió al mundo a actuar contra ese régimen al sostener que sólo éste es capaz de atacar cruelmente a una comunidad cuando en el mundo se discute cómo responder a los fuertes bombardeos. Y reiteró “nadie puede tener ninguna duda de que se necesita un Tribunal Especial sobre la agresión rusa contra Ucrania lo antes posible”.
Cabe destacar que en los últimos días el ejército ruso arreció sus ataques contra zonas civiles, pues esta misma semana bombardeó otro edificio residencial en Chasiv Yar y a finales de junio causó graves daños en un centro comercial, hechos en los que suman más de 60 muertos, reduciendo las ciudades libres de riesgo, pues autoridades reconocieron que la zona atacada ayer, Vinnitsia, es una de las más pacíficas y se convirtió en refugio de miles que huyeron de los fuertes ataque aéreos en sus localidades desde el pasado 24 de febrero, mismas que ahora están en poder ruso.
En medio de esta situación, el gobierno de Zelenski denunció que el Kremlin se aprovecha de la guerra para secuestrar a miles de menores.
Según datos de la nación en cuatro meses éstos han sacado ilegalmente a 200 mil niños; sin embargo, la cifra podría ser mayor, pues admiten que debido a la invasión se desconoce el paradero de miles de pequeños que estaban en orfanatos o cuyas familias fueron ejecutadas.
(La Razón)