Andrés Manuel López Obrador realizó un recuento de sus tres años como presidente de México y reiteró los fundamentos del movimiento que fundó.
Durante más de una hora ejerció a plenitud el papel de líder político frente a una multitud que colmó la principal plaza pública del país y le ofreció ovaciones frente a lo que consideran avances de esta administración y, en particular, el combate a la pandemia de Covid-19.
López Obrador considera que hay logros materiales y administrativos, pero, sobre todo, identifica un cambio irreversible en la “conciencia que ha tomado el pueblo de México”.
La plaza gigantesca fue insuficiente para recibir a las miles de personas que llegaron a la capital del país para presenciar el evento; como en otros casos, destacó la presencia de decenas de autobuses foráneos con militantes, pero también la voluntad de miles de personas que se acercaron por sus propios medios para escuchar al presidente.
La primera parte del discurso constó de un repaso de ‘logros’ en diversos ámbitos. En cada rubro destacó las trabas, enemigos u obstáculos que se han tenido que superar: burocracia, conservadores, corrupción, neoliberales…
El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que garantizar la salud pública en el país ha sido todo un desafío. “La corrupción en el sector salud llegó a tal extremo de que antes un pequeño grupo de proveedores de medicinas, en el que se encontraban políticos corruptos del viejo régimen, vendían medicinas a precios exagerados e incluso adulterados o de bajísima calidad”.
Dijo que está en marcha un programa de formación de médicos generales y se han ampliado plazas para residentes y especialistas.
Resaltó la creación de nuevas escuelas de medicina, como la Escuela de Medicina de la Ciudad de México, así como las 40 escuelas de medicina y enfermería del Sistema de Educación Benito Juárez que “permiten tener espacios para acabar con absurda política de rechaza” a quienes quieren estudiar.
“Mi sueño al final del gobierno es que el sistema de salud pública permita que cualquier persona sin importar su condición económica, social o cultural sea atendida como lo merece, con médicos, especialistas, estudios y medicamentos gratuitos. Y que la salud deje de ser, en definitiva, un privilegio y se convierta en un derecho universal de nuestro pueblo“.
Respecto a la pandemia, el presidente López Obrador resaltó: “Ya empezamos a vacunar a jóvenes de 15 a 18 años. Y vamos a aplicar dosis de refuerzo comenzando con adultos mayores“.
Sobre la educación pública en el país, el titular del ejecutivo resaltó que canceló la “mal llamada” reforma educativa que, dijo, se quiso imponer sin el acuerdo ni el respaldo de maestras y maestros “quienes son los que transmiten el conocimiento en las aulas”. Al enmendar este absurdo indicó, y tratar con respeto a los educadores y resolver sus justas demandas, hemos evitado conflictos.
Ante al menos 200 mil asistentes, apuntó que en el sector energético logrará su objetivo de dejar de comprar en el extranjero gasolinas y diésel.
“A finales de 2023, estaremos procesando 1 millón 200 mil barriles diarios en las seis refinerías que se han venido rehabilitando”.
Añadió que no se sobreexplotarán los mantos acuíferos, no se permitirá la tala de selvas y bosques, y no se autorizará la instalación de basureros de desechos tóxicos y peligrosos.
Por otro lado, dijo, “no hemos contratado deuda pública adicional, el peso no se devaluó los primeros dos años y 11 meses del sexenio como no sucedía en tres décadas, sin embargo, por factores externos, en noviembre se depreció en 4 por ciento”.
Detalló que se han recuperado 1 millón 395 mil empleos que se perdieron por la pandemia y se han creado 320 mil puestos adicionales. De modo que ahora, se tiene la cifra más alta de la historia en cuanto a empleo formal con 20 millones 933 mil trabajadores inscritos en el IMSS y con un salario inédito de 13 mil pesos mensuales.
“De modo que ahora, se tiene la cifra más alta de la historia en cuanto a empleo formal con 20 millones 933 mil trabajadores inscritos en el IMSS y con un salario inédito de 13 mil pesos mensuales”, aseveró.
En cuanto a la corrupción, López Obrador señaló que en su primer año de gobierno logró, entre otras medidas, eliminar, porque es corrupción legalizada, la condonación de impuestos a “grandes contribuyentes, empresas, bancos, beneficiarios del influyentismo”.
Expresó que las acusaciones de que está militarizando al país “carecen de lógica y la más elemental buena fe”.
“No se ha ordenado a las Fuerzas Armadas que hagan la guerra, que coarten libertades, que violen las leyes y mucho menos que se involucren en acciones represivas”, lo que generó la ovación del público.
Informó que en este año han llegado 24 mil 832 millones de dólares de inversión extranjera directa.
Presumió que las remesas alcanzarán los 50 mil millones de dólares y pidió un aplauso para los trabajadores que siguen enviando dinero a México.
Esta fue la parte del discurso donde más se notó la comunión entre el Presidente y el público, que se entregaba de manera total a cada insinuación y gesto del mandatario.
A pesar del largo recorrido en los logros administrativos y de gobierno, López Obrador dejó para el final lo que considera más importante: aquello que es irreversible. Dijo que en tres años ha cambiado como nunca la mentalidad del pueblo. “Es lo más cercano a lo esencial, a lo principal, eso es lo más cercano a lo irreversible”.
El presidente adelantó que en la revocación de mandato de abril buscará reiterar el respaldo del pueblo a su proyecto.
El evento comenzó de día y terminó de noche, teniendo como previo algunas actuaciones musicales, aunque la mayoría del público se entretuvo con sus propias porras o encontrando lugar.
El presidente leyó su discurso prácticamente de corrido, sin dar oportunidad a grandes interrupciones de aplausos o porras. Fue hasta el final que, junto a su esposa, recorrió el templete para saludar y recibir los aplausos de las miles de personas convocadas y que minutos después de las 7 de la noche comenzaron a abandonar la plaza de la Constitución.
(Aristegui Noticias)