En la administración Trump, llevar la contraria al jefe se paga caro, incluso aunque a este le queden apenas dos meses en el cargo. El todavía presidente ha despedido este martes por la noche, a través de un tuit, a Christopher Krebs, director de la Agencia de Ciberseguridad, después de que este certificara la integridad de las elecciones del pasado 3 de noviembre, a través de una serie de declaraciones realizadas en los últimos días, en las que contradecía las denuncias falsas de fraude masivo realizadas por el precedente.
El despido de Krebs, nombrado por el propio Trump, ha sido tan fulminante como previsible, en el marco de la inquietante cruzada a la que se ha lanzado el presidente republicano. La semana pasada, el propio Krebs había dicho a sus compañeros de trabajo que contaba con que podía ser despedido. Amparado de manera insólita por los cuadros de un Partido Republicano temerosos de enfrentarse al líder antes de que se celebre en enero la segunda vuelta de las elecciones para dos escaños del senado en Georgia de los que dependerá quién controla la cámara legislativa, Trump se niega a aceptar la contundente victoria electoral del demócrata Joe Biden. Y decidido a demostrar que es él quien aún está al mando, aunque sea solo hasta el 20 de enero, no duda en despedir a aquellos de su equipo que considera desleales. Así lo hizo l pasado 9 de noviembre con el propio secretario de Defensa, Mark Esper, como parte de un relevo in extremis en la cúpula del Pentágono.
“La reciente declaración de Chris Krebs sobre la seguridad de las elecciones de 2020 era altamente inexacta, ya que hubo masivas incorrecciones y fraude, incluidas personas muertas que votaron, supervisores no autorizados a entrar en recintos electorales, fallos en las máquinas que cambiaron votos de Trump a Biden, votos fuera de plazo y mucho más”, ha tuiteado Trump, enumerando una serie de acusaciones sin base y obligando a Twitter, de nuevo, a etiquetar su mensaje como “controvertido”. “Por tanto, con efecto inmediato, Chris Krebs ha sido cesado como director de la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras”.
Krebs, exejecutivo de Microsoft a quien Trump colocó al frente de la agencia desde su creación en la estela de la injerencia rusa en las elecciones de 2016, llevaba días rebatiendo las acusaciones falsas de fraude electoral. Su agencia publicó comunicados negando las acusaciones de que pudieran emitirse votos de personas fallecidas y que se pudieran cambiar los resultados sin ser detectado. Distribuyó también un comunicado de un amplio grupo de autoridades federales y estatales que concluían que la elección había sido “la más segura de la historia de Estados Unidos”. Este mismo martes, Krebs había tuiteado un informe en el que 59 expertos en seguridad electoral aseguran que no existe evidencia alguna de fraude en las elecciones.
“Honrado por haber servido. Lo hicimos bien. Defender hoy, asegurar mañana”, ha tuiteado Krebs desde su cuenta personal, poco después de su despido. “Es patético, pero tristemente predecible, que defender y proteger nuestro proceso democrático sea causa de despido”, ha tuiteado el congresista demócrata Adam Schiff, director del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
(El País)