Miles de mujeres marcharon desde diferentes puntos de la capital rumbo al Zócalo, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.
Colectivas, grupos de alumnas, amigas, compañeras de trabajo o mujeres que llegaron solas se encontraron con una multitud dispuesta a acuerparlas.
Todas caminaron bajo el sol de la Ciudad de México para exigir plena igualdad de género y un freno a la injusticia que padecen en diversos ámbitos de la vida pública.
La marcha fue diversa como sus integrantes: hubo colectivos separatistas (solo para mujeres), con inclusión a mujeres trans (o sin inclusión), con agenda enfocada al aborto, la libertad de elegir, el reclamo a una vida libre de violencia e incluso pequeñas células con capuchas y martillos.
La fuerza del reclamo no opacó el colorido y la alegría de las mujeres. Hubo grupos que perrearon para resignifcar el baile y evitar su sexualización, se apreciaron a patinadoras en grupo y algunas asistentes llevaron flores para compartir entre ellas y las policías.
En color fue una ola morada que contrastó con los pañuelos verdes a favor del aborto. Así se pintaron avenidas como Reforma, Juárez (que se vio completamente abarrotada durante la tarde), 5 de Mayo, Tacuba…
Todos los caminos llevaron al Zócalo, donde se registró la principal concentración. Aunque muchas manifestantes se retiraron al cumplir su recorrido, la plancha fue tomada por la fuerza feminista para cantar, abrazarse, darse fuerza y reclamar a las autoridades.
Manifestantes decidieron atacar la valla colocada frente a Palacio Nacional, donde recibieron como respuesta una ola interminable de gas irritante, aunque la policía capitalina afirmó que no usa gas lacrimógeno.
La noche cayó, los colores morado y verde se ennegrecieron y comenzaron a brillar las fogatas.
Muchas decidieron retirarse, pero las más jóvenes se reunieron alrededor del fuego para bailar, dar vueltas tomadas de la mano y cerrar de esta forma otra movilización histórica del 8M en la capital.
(Aristegui Noticias)