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Ciudad de México.– “Ojalá me equivoque, pero se va a prolongar el periodo de inflación”, reconoció el presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la ubicara en 8.16% en la primera quincena de julio.
Esta situación podría extenderse hasta noviembre, “ese es mi pronóstico, porque van a empezar también a cambiar las condiciones internacionales. A nosotros nos gustaría mucho que se llegara a un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania porque eso nos ha afectado a todos y no hay que descartarlo, porque se puede llegar a un acuerdo”, consideró.
“Con optimismo sin caer en triunfalismos, decirles que vamos a salir bien, que vamos a controlar la inflación pronto”, enfatizó el mandatario federal.
Justificó que México estaba en 7.99 y pasó a 8.16%; pero en Estados Unidos, “el último dato es que traían 8 y pasó a 9 (%) digo, para compararnos, desde luego no queremos que haya incrementos de precios y estamos trabajando en eso, pero ahí vamos”.
Sin embargo, reconoció que en el tema de los alimentos, México tiene desventaja con respecto a Estados Unidos y la fórmula a la que le apuestan es a lograr la autosuficiencia alimentaria.
Dijo que con el plan antiinflacionario buscan controlar el aumento de los precios en alimentos, entre otras medidas, con la compra de fertilizantes a Estados Unidos, para entregar 1 millón de toneladas, de manera gratuita, a 2 millones productores.
“Estamos haciendo dos cosas fundamentales: Una, evitando que aumente el precio de las gasolinas, eso nos ha ayudado mucho a contener la inflación, la gasolina en México es más barata que en Estados Unidos y que en Europa, y eso nos está significando un subsidio en beneficio de los consumidores, que influye para que no aumenten los precios y no tengamos una inflación desbordada por entero”, señaló.
El mandatario agregó que la inflación afecta mucho, sobre todo a los pobres “porque el que tiene más recursos si va a comprar algo y ya vale 20, 50 o 100% más y tiene, no le afecta mucho, pero una gente humilde, si el aumento es de 10 o 15% afecta bastante, afecta más, estamos conscientes de esto”.
De nuevo, expuso que en el caso de México el componente energético en la inflación ubicada en 8.16% está entre 06 y 07%, mientras que en el caso de Estados Unidos, con una inflación de 9.1%, el componente energético es de 2.6%.
Estas cifras las atribuyó a las políticas de subsidio en gasolinas, que han significado una inversión de 500 mil millones de pesos al año.
“Como estamos nosotros produciendo más gasolinas que antes, por primera vez en muchos años, se tienen utilidades en la producción de gasolina, esto ayuda a compensar ese subsidio, pero lo que ayuda más es que ya llevamos tres meses con un precio de petróleo crudo de exportación, la mezcla de petróleo que se vende al extranjero por encima de 90 dólares el barril”, detalló.
López Obrador añadió que en el balance, aun cuando subsidian la gasolina, el diésel, sus combustibles, salen a mano y no significa un déficit.
“Incluso tenemos un pequeño porcentaje, una pequeña cantidad a favor, esto lo hicimos nosotros primero que en otros países, ahora ya los están haciendo en otras partes, no es para presumir, pero sí nos copian a veces”, dijo.
En el tema de los alimentos, criticó la visión economicista de no invertir en el campo por ir en contra de la política globalizada de comprar lo necesario en el extranjero, y ahora, dijo, se revierte la estrategia al aumentar los precios de los fertilizantes que, en el caso de México, tiene que exportar por la privatización de plantas como Fertimex.
“También el transporte marítimo ha aumentado hasta 10 veces el costo de transporte de mercancías. Si se produce en México nos ahorramos el flete y por eso estamos ahora impulsando mucho la producción de autoconsumo, esto es que se produzca maíz, frijol y estamos fortaleciendo nuestras plantas de producción de fertilizantes”, dijo.
Aclaró que en el tiempo del expresidente Carlos Salinas de Gortari se privatizaron las plantas; que durante la administración de Peña Nieto se compraron de nuevo, pero a sobreprecio.
(Proceso)